sábado, 10 de noviembre de 2012

Elton John - "I'm still standing" (1983)

Tengo un cierto aprecio personal por este videoclip en la medida en que lo vi muchas veces cuando era pequeña, y recuerdo que me fascinaba porque era una agitada sucesión de planos que, a mis ojos infantiles, me parecían muy locos. En aquella época yo no tenía ni idea de lo que era un homosexual, y menos aún de lo que era uno con tendencias carnavalescas, asi que sir Elton simplemente me parecía un señor muy peculiar para vestirse.

Publicada en el album "Too low for zero", de 1983, la canción para la que se rodó este videoclip fue escrita, como el resto del album, por Bernie Taupin, incansable colaborador del cantante inglés, y es un alegre alegato a favor de la superación de los problemas de la vida, en concreto los que sobrevienen tras una ruptura amorosa. Para la dirección del video se contó con el australiano Russell Mulcahy, que dirigió producciones también para una pléyade de artistas ochenteros, así como una larga lista de videos para el propio Elton John, con quien ya tenía establecida la química necesaria.

Lo primero que llama la atención de este videoclip son sus coquetas localizaciones, en plena Costa Azul francesa, en concreto en Niza y Cannes. Por allí se pasea Elton John con sus singulares atuendos, rodeado de una pintoresca y bailonga muchachada. En principio había previstos dos días de rodaje, pero hubo que repetir uno porque el director cayó al mar con todo el material filmado encima, sin que se conozca de qué forma se produjo tan patoso incidente. Y sin que queramos saberlo, en realidad.

A esa dificultad se añadió el que coincidieran en Cannes Elton John y Duran Duran, en aquel momento en la cresta de su popularidad, y decidieran conocerse mejor a base de tragar martinis y correrse una farra completita hasta las tantas de la mañana, y dejando la habitación del hotel en un estado que la mujer de la limpieza prefiere no recordar.

Llega Elton a Cannes conduciendo su coche, ataviado de una guisa que nos indica que si va hasta allí es para pasar un buen rato:

 Que no te pille conduciendo así la Guardia Civil, sin cinturón ni nada

En la puerta del InterContinental Carlton de Cannes te reciben bailando unos animados botones que llevan el uniforme de aquella manera. En realidad, en Cannes todo el mundo te recibe bailando, si nos fiamos de lo que vemos en el video de Elton John:


Y ahora incluyo este plano un poco gratuitamente, sólo porque era de los que más gracia me hacía cuando era niña y veía este video. Prometo que no lo hago más:


Sospecho que cuando rodó este videoclip, hacía poco que, o bien Elton John, o bien el director, habían descubierto las bondades visuales del bodypainting, porque es una constante en todo el video. Jóvenes de ambos sexos con el cuerpo cubierto de pinturas con reminiscencias levemente tribales.


Uno de los aspectos más desconcertantes de "I'm still standing" es el señor que está en la puerta del Carlton:

¿Estamos entrando a un hotel de lujo, o a "La Ostra Azul"?

Sólo por estar en la playa no vamos a perder la elegancia, y eso bien lo sabe Elton, que se planta en la costa con un frac que, no obstante, no esconde su lado juguetón:


Si se fijan, Elton John lleva la cabeza a cubierto en todos sus planos. ¿Mucho sol en la Costa Azul? ¿Primeros signos de quedarse cartoniano que quería ocultar? ¿Perezón de pasar por peluquería? Sólo Elton lo sabe.

Todo el video tiene el tono desenfadado de un musical ligero, y los bailarines ocupan un lugar protagonista, con sus indumentarias sugerentes y multicolores. Sirva este plano como ejemplo, y también como homenaje al bailarín del panty rojo en el centro, conocido para la posteridad como el bailarín del paquetón:


El rodaje tuvo que ser un entretenimiento para los viandantes, que se congregan, a partir del 1:12, para ver a Elton John y sus bailarines, si bien algunos de ellos, como la señora del pelo cardado (al fondo, con los brazos cruzados) no parecen demostrar un exceso de entusiasmo. Se ve que, para estas cosas, los franceses son más bien de emociones contenidas:


Elton aparece muy implicado en las escenas de baile, da la impresión de que lo pasó sinceramente bien rodando. Estas escenas son tanto más meritorias por la coordinación de los muchos bailarines que las conforman, entre los que destacan, como dijimos antes, los que van pintados, y en concreto un bailarín blanquiazul que echa el resto en todos sus planos.

No faltan los planos de sir Elton con su piano, y casi al final del video, en el 2:50, vemos que él ya era un precursor del estilo de Lady Gaga, al menos en lo que a gafas se refiere:


Desenfadada, divertida y ochentera, esta canción nos regaló un videoclip hedonista e intrascendente que, casi treinta años después, aún nos parece simpático.



No hay comentarios:

Publicar un comentario